París, miércoles 10 - II - 1886
Mi cariñoso tesoro:¡Qué mágico es París! ¿Te contaré primero mis experiencias de ayer o responderé a tus múltiples preguntas? Empezaré por lo de ayer. Fue la velada más agradable de cuantas haya podido pasar aquí hasta ahora. (...) (Charcot) También estimó que París me sentaba bien y que había engraissé. Poco a poco fueron llegando los invitados y nos sentamos a la mesa. Aparte de la familia Charcot (cuatro personas) se encontraban allí: el escultor de la recientemente inaugurada estatua a Claude Bernard, …”
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Estatua de Claude Bernard, por Eugène Guillaume (1822 -1905) |
(...) La afluencia de gente fue aumentando cada vez más; llegaron Cornu el famoso oftalmólogo -que tiene completamente el aspecto de un genio-, M. Peyron, director de la Assistence Publique, a quien los estudiantes montaron un escándalo recientemente (nadie sabe por qué) y -asómbrate- Daudet en persona. ¡Qué magnífico rostro! De corta estatura, su estrecha cabeza está coronada por una masa de cabello negro y rizado, una barba luenga, mas no típicamente francesa, finas facciones, movimientos vivaces, una voz resonante.
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Alphonse Daudet |
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