1883, Viena, 23 de agosto

Carta a MARTHA BERNAYS
Viena, 23 – VIII-1883

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Nada de esto es muy profundo, pero, no obstante, representa la cosa más encanta­dora, alegre y armónica que uno pueda imaginar. Aquí se arroja la luz más idónea sobre Don Quijote, pues no se le ridiculiza con palizas u otros malos tratos físicos, sino por la superioridad de la gente que está situada en la vida real. Al mismo tiempo, resulta trágico en su impotencia a medida que se va desarrollando la trama. Sancho está soberbio con sus pícaras intenciones, con su vaivén desde el mundo del ensueño a la realidad. Y, además,las ilustraciones de Doré: son magníficas sólo cuando el dibujante enfoca un aspecto fantástico del objeto; así, cuando reco­ge algunas palabras de la mesonera para mostrarcómo un pequeñísimo caballero ha cortado por la mitad a seis gigantes de un solo tajo de su espada y se ven las partes inferiores de sus cuerpos en pie, mientras que las superiores ruedan por el polvo.

Ilustraciones de Doré, El QUijote de la Mancha

Esta ilustración rebosa un magnífico absurdo y ayuda de forma excelente a destruir las tonterías románticas de las novelas de caballeros andantes. Asimismo, resultan bien sus escenas orientales, lo extraño y magnífico de la arquitectura, lo escarpado de la naturaleza en las sombrías montañas. Finalmente, obtiene buenos resultados donde el texto se presta a la caricatura, como, por ejemplo, los fantasmas que hechizan al caballero y le encierran en la jaula.

Ilustraciones de Doré, El Quijote de la Mancha

En verdad es para morirse de risa. Mas, por otra parte, falta la ironía sutil en las escenas en las que se muestra real­mente el carácter del caballero. Aquí está caricaturizado con torpeza y no alcanza el nivel de lo poético. Sin embargo, puedo imaginarme cuán maravillosos serán sus dibujos para Orlando Furioso, obra que está hecha a la medida de Doré, y también algunos pasajes de la misma Biblia, es decir, los legendarios y heroicos.